viernes, 8 de julio de 2022

2010: The Year We Make Contact

 

Conservo muchísimas películas en mi videoteca. Muchas las guardé no porque fueran realmente buenas sino porque el VHS o el DVD no me ocupaban lugar, y porque pensaba que en algún momento se las podía regalar a algún coleccionista, pero creo que pronto las voy a tirar a la basura.

Una cosa grandiosa con la accesibilidad en la red es que desde hace un tiempo puedo descargar legalmente películas desde colecciones privadas y puedo borrarlas luego de verlas, a menos que desee verlas de nuevo dentro de poco tiempo (pocas se lo merecen).

Hay muchas películas que borré de mi videoteca rápidamente. Sucede que nos han vendido como clásicos casi sagrados bodrios que han sido recomendados por críticos de cine a los que se les paga para eso. Esos críticos generalmente jamás leyeron el libro que dio origen a la película, y si lo hicieron no tuvieron empacho en recomendar el bodrio sin hacer un análisis comparativo entre el libro y la película.

“2001: Odisea del Espacio” (1967) y “2010: Odisea Dos” (1982) son dos grandes libros de Arthur C. Clarke. Ambas adaptaciones cinematográficas me parecen espantosas (hechas en 1968 y 1984, respectivamente) , con la salvedad que “2001” tiene efectos especiales admirables para la época en que se hizo. Si no conocés el libro a fondo difícilmente llegues a entender de qué se trata realmente.

Pero no hablemos más de "2001 Odisea del Espacio" porque sería gastar pólvora en chimangos. Stanley Kubrick es intocable y ni siquiera Arthur C. Clarke pudo resistirse a su poder. No solamente aceptó que se le cambiara el final a “2001” sino que adaptó “2010”, escrita muchísimos años después, a la película “2001”.

Mucha gente alabó “2010” como fiel al libro. Nada más alejado de la realidad.

Por ejemplo en la novela la capitana Tanya Orlova es una persona cuidadosa que no quiere arriesgar la nave acercándose al monolito pero en la película es una irresponsable que manda a la muerte a Máxim Brailovsky. Parece que quisieran que el cargo le quedara grande a una mujer. Además al cambio de sexo machista de personajes (¿qué había de malo en que los rusos tuvieran una doctora, mujer, a bordo…?), podemos agregar la sustitución racista del Dr. Chandra, cambiado de indio a un doctor de otra raza más aceptable para el espectador medio de USA.

Y como ahora y siempre, los rusos son los malos de la historia.

Acá podrás leer una lista de diferencias entre la novela y la película.


Basada en una publicación de Eye ConnectCO