Hace un mes empecé esta
reseña sobre “El Vagabundo de las Estrellas”. Es un programa de radio de
Nacional Córdoba que se retransmite a casi todo el país por LRA1, Radio
Nacional y muchas de sus filiales del resto de la República Argentina. Está
conducido por Jorge “Chacho” Marzetti, locutor bonaerense radicado en la
provincia de Córdoba, y es transmitido después de la medianoche, cuando muchas
emisoras de pueblo no tienen programación propia así que no tiene casi
competencia entre los radioescuchas habituales de Radio Nacional.
En esto tuvo más suerte que Quique Pesoa, cuyo programa dejó de retransmitirse en muchos lugares debido a que su horario de los sábados a la mañana es muy codiciado por las filiales de Radio Nacional para transmitir sus producciones locales, así que directamente lo borraron de las grillas y del gracioso y fluido “éter”.
Una de las cosas que son de admirar en Quique es que lee aun aquellos mensajes con los que no está de acuerdo, pero que no los contesta al aire porque dice que el oyente no tendría la oportunidad de defender su opinión de manera pública.
El tema que demoró la
publicación de esta reseña era como definir el género de este programa
nocturno que, aprovechando su ventajoso horario, se da el lujo de abordar a
través de la lectura de textos y música selecta temas que no se abordan en
otros horarios.
Sin embargo todo el tema de
la reseña, que ya estaba completa con experiencias y links a programas
seleccionados, cambió a partir del programa del 21 de diciembre de 2021. Para
que entiendas de qué hablo te invito a que lo escuches en los horarios
comentados en la nota. Podés hacerlo en RadioCut.
Hay un WhatsApp de Radio
Nacional (no es su número personal) al que le podés mandar mensajes de texto
que lee casi invariablemente completos, algunas veces censurados, muchas veces los
comenta y a veces contesta por WhatsApp. Lamentablemente, como acabo de
comprobar, WhatsApp sirve para elogiar pero no para expresar crítica a gente
prejuiciosa 😠. Esta nota es básicamente el relato sobre cómo las
limitaciones de la gente influida por los medios que difunden pre-juicios,
unida a la cultura de expresar ideas breves e incompletas, sea por WhatsApp u
otro medio de mensajería, contribuyen a la separación de la gente.
Porque esta nota no es una
simple reseña sobre un programa de radio, sino de cómo un locutor usa los
medios públicos para insultar a una persona con la que tenía una aparente buena
onda hasta que vio que no podía arrancarle halagos inmerecidos ni manejar su
mente. Porque el que suscribe tiene ideas propias y desde la adolescencia
aprendió a tomar con precaución lo que se impone desde los medios de difusión, y las puede y debe defender públicamente.
Lo que sigue es el relato
detallado de una desagradable experiencia con un programa que aparentaba buscar
y lograr la sanidad mental de los oyentes.