El sonido del espacio vacío explora las
relaciones entre los micrófonos, los altavoces y los entornos acústicos
circundantes a través de la retroalimentación controlada y autogenerada del
micrófono. Amplificando y estetizando la inactividad acústica entre 'entradas'
y 'salidas' tecnológicas (sustitutos para sus correlatos corporales, el oído y
la boca) se desafía la noción de un objeto productor de sonido causal, y se
formulan preguntas sobre el estado de lo 'amplificado'.
Al construir sistemas tecnológicos defectuosos y anular su potencial de comunicación, el oído se dirige hacia el espacio vacío entre los componentes; a las configuraciones únicas de cada conjunto de amplificación.
En cada una de las obras interrelacionadas, piezas que son a partes iguales banales, inventivas y absurdas, el sonido no se revela como un objeto distinto o un evento autónomo, sino como un producto mutable de redes interdependientes de relaciones físicas, culturales y económicas.
Al construir sistemas tecnológicos defectuosos y anular su potencial de comunicación, el oído se dirige hacia el espacio vacío entre los componentes; a las configuraciones únicas de cada conjunto de amplificación.
En cada una de las obras interrelacionadas, piezas que son a partes iguales banales, inventivas y absurdas, el sonido no se revela como un objeto distinto o un evento autónomo, sino como un producto mutable de redes interdependientes de relaciones físicas, culturales y económicas.
Para
los puristas, la música es música y el ruido es ruido, pero ¿qué pasa cuando el
ruido es música?
En The sound of empty space (El sonido del espacio vacío), el artista sonoro Adam Basanta crea un trío de sistemas incompletos para dirigir una orquesta de feedback harmónica.
Los micrófonos, amplificadores y altavoces de Basanta generan frecuencias que se remodelan a través de algoritmos informáticos y se afinan mediante movimientos cinéticos. “Al construir sistemas tecnológicos con fallos, negando el potencial que se espera de ellos para la comunicación, el oído desvía su atención al espacio vacío entre los componentes”, explica el artista.
En
The loudest sound in the room (El sonido más alto en la sala) Basanta utiliza
el espacio vacío de una sala encerrando un chirriante sistema P.A. de 120dB
dentro de un acuario insonorizado (foto del encabezado).
Al lado de este caos controlado, Pirouette,
“como si fuera una bailarina de tamaño real encima de una caja de música”,
emite una “versión esquelética” del tema principal de El lago de los cisnes de
Tchaikovsky a través de un micrófono que gira con gracia.
Por
último, el sistema Vessel del artista capta la acústica natural de botes de
cristal a través de una monodia de feedback cinética mutable entre un altavoz y
un micrófono.
Créditos:
Artista (Homepage)
Cámara
Agradecimiento a Escuela el Sonido
Reseña Original de Preciosa Música
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